Situada en una de las zonas más privilegiadas de la República Mexicana, la región del Bajío, conformada por los estados de Querétaro, Guanajuato, Jalisco, Aguascalientes y San Luis Potosí, ha representado por más de dos décadas un centro de desarrollo económico que por su dinamismo, ubicación estratégica, inversión empresarial y tecnológica se ha hecho llamar el “diamante industrial de México”.
Los cinco estados que conforman esta región pactaron para formar lo que se conoce también como Alianza Centro-Bajío-Occidente. De acuerdo con datos de la Secretaría de Desarrollo Sustentable de la entidad, el total de la población de la zona abarca 20.6 millones de habitantes y hasta 2019 representa 17.4% del PIB nacional.
La economía de la zona del Bajío, principalmente manufacturera, pero que ha incursionado en mercados agroindustriales, logísticos, de tecnología 4.0, aeroespaciales, biomédicos, de comercio y servicios se ha consolidado como la más fuerte del país desbancando a la zona de la frontera norte.
De acuerdo con el estudio Perspectivas de Alta Dirección en México 2016 realizado por la agencia KPMG, las compañías apostaron por esta región para la ampliación de su mercado en un lapso de tres años.
Industria automotriz: la piedra angular
En el ámbito automotriz, la Secretaría de Economía en su Programa Estratégico de la Industria Automotriz, visión 2020 tiene como objetivo lograr un tamaño de mercado doméstico de vehículos nuevos que atraiga nuevas inversiones en el sector, así como convertir a México en uno de los tres lugares preferidos mundialmente para el diseño y manufactura de vehículos, y de partes y componentes.
La mancuerna entre sector privado y público ha permitido la ampliación de oportunidades de inversión en el Bajío para empresas principalmente estadounidenses, alemanas y japonesas, logrando posicionar al país como el sexto mayor fabricante de vehículos en el mundo en 2018.
En esta región, específicamente en Aguascalientes, se encuentran plantas de autopartes, cuyos principales productos son estampados, componentes eléctricos, frenos y sus partes, productos de hule, partes para motor y transmisión para automóviles.
Aeronáutica, la nueva apuesta
En los últimos años el sector aeronáutico en México, principalmente en Querétaro, un estado en potente desarrollo ha tenido un gran crecimiento que se ha caracterizado por demandar altos niveles de calidad, tecnología y seguridad en todas sus actividades.
La dinámica región del Bajío ofrece privilegios geográficos que lo mantienen como un destino de inversión fuerte en este ámbito por su cercanía con dos de los mayores mercados: Estados Unidos y Canadá. Una de las bondades de la región es la ruta de salida por ambos litorales del país, la reducción de costos para productos con alto costo de transporte y almacenamiento.
Empresas canadienses, francesas y de Países Bajos han aprovechado estas ventajas para establecerse en “tierras bajas” para el ensamble de fuselajes, trenes de aterrizaje, estabilizadores, estructuras, aislantes, arneses eléctricos, componentes para turbina, diseño de turbomáquinas, reparación de materiales compuestos, servicios de mantenimiento y ensamble de aviones ligeros.
Industria electrónica en el Bajío
El estado de Jalisco alberga un gran sector electrónico compuesto por compañías manufactureras, centros de diseño y proveedores especializados. Empresas estadounidenses líderes en la fabricación de equipo de cómputo eligieron asentarse en esta zona logrando posicionarse como el principal estado que manufactura productos de tecnologías de información.
Incluso hay empresas que han instalado centros de diseño mecánico y electrónico para la industria aeronáutica, diseño de circuitos integrados, software y diseño de hardware. Entre los principales productos que fabrica la industria electrónica de Jalisco se encuentran computadoras, servidores, impresoras, teléfonos, celulares, CDs, DVDs y circuitos modulares.
Panorama en la nueva década
La nueva visión económica del gobierno federal respecto a la zona del Bajío se enfocará en diversificar, innovar e incluir, como estrategias que procuren coadyuvar en la economía, así como la incorporación de pequeñas y medianas empresas en su cadena de proveedores especializados, por lo que se brindará impulso a la capacitación y la vinculación.
Asimismo, como parte de la infraestructura que se pretende construir para potenciar el desarrollo económico que ya se tiene y proporcionar mayor conectividad y eficiencia, misma que favorecerá tanto a las grandes corporaciones como al capital humano, se pretende dar viabilidad al Tren de Alta Velocidad (TAV) México-Querétaro, y que probablemente se expanda hacia Zona Bajío y Jalisco.
Otro gran proyecto logístico que podría consolidarse en años próximos es la creación de una vía férrea que conecte a Guadalajara y a Aguascalientes; infraestructura clave, ya que podría minimizar hasta en 30 horas el tiempo de traslado a diversos puertos.
El Bajío, región bondadosa en tierras, agricultura, geografía y clima, misma que se ha desarrollado económicamente en pocas décadas y que ha dotado de trabajado y progreso a México, no pretende detenerse hasta convertirse en la región industrial más poderosa de América Latina.
Fuentes:
Programa Estratégico de la Industria Automotriz Visión 2020
http://www.20062012.economia.gob.mx/files/comunidad_negocios/industria_comercio/peia_2012.pdf
Monografía: Industria Aeronáutica en México
http://www.20062012.economia.gob.mx/files/comunidad_negocios/industria_comercio/monografia_industria_aeronautica.pdf
Perspectivas de Alta Dirección en México 2016
https://cdn2.hubspot.net/hubfs/2866478/Landings_Estudios/PDFs/2016-05%20PAD-2016.pdf?__hssc=180052411.1.1576863037190&__hstc=180052411.f657ae35e0a39bac9a6958816255c806.1576863037189.1576863037189.1576863037189.1&__hsfp=3354448916&hsCtaTracking=d4684696-3ea0-4382-9cf5-4d2d25337dab%7Ce946916b-78e4-4fed-8667-70d82aea8cd5